Ventana Familiar
07.09.2011 13:30
Ante la ola de incomprensión familiar y violencia doméstica que culmina en divorcio, niñez abandonada, prostitución o abuso infantil, entre otros, surge “Ventana Familiar”. Un enfoque de las verdades bíblicas y científicas; las cuales le ayudarán a través de esta página. Usted con la ayuda de Dios recibirá la dirección para resolver las dificultades que este presentando su hogar, con su esposo(a), hijos, problemas financieros y las demás dificultades que se puedan presentar.
Estaremos haciendo una entrega semanal acerca de los tópicos que tienen que ver con lo que concierne a la familia. No pretendo decir que es lo último que se conoce referente a la problemática familiar, sino, pensando en la necesidad existente, he decidido escribir conforme a lo que he investigado, aunado a las experiencias vividas como consejero y lo que el Espíritu Santo me indique.
¿Qué es la Familia?, ¿Qué es Matrimonio?
Según las ciencias sociales, familia es el grupo social básico creado por vínculos de parentesco o matrimonio presente en todas las sociedades. Idealmente, la familia proporciona a sus miembros protección, compañía, seguridad y socialización.
Según las sagradas escrituras, es la primera institución creada por Dios como un plan perfecto para la vida, comunión y organización de la sociedad. El matrimonio no fue sólo por conveniencia, tampoco lo originó ninguna cultura. Fue instituido por Dios y cuenta con tres aspectos básicos:
(1) El hombre «deja» a su padre y a su madre y, en un acto público, se promete a su esposa.
(2) El hombre y la mujer se unen al tomar la responsabilidad del bienestar de cada uno y al amar a su pareja sobre todos los demás.
(3) ambos llegan a ser «una carne» en la intimidad y en el compromiso de la unión sexual que está reservada sólo para el matrimonio. Los matrimonios sólidos de hoy incluyen estos tres aspectos por completo.
Veamos este relato:
¡Mi boda fue maravillosa!, Desde muy pequeña soñaba con ese día. Varios años fuimos novios y durante meses planeamos cada detalle de la boda. Y todo marchaba perfectamente… hasta que el pastor empezó a hablar. «El matrimonio no se basa en el amor», empezó.
¡Me quedé estupefacta! ¡Cómo puede hacerme esto a mí! ¡Qué poco romántico es lo que dice! Pero a medida que continuaba, me daba cuenta de que estaba recibiendo mi primera lección en el curso de Matrimonio. «El matrimonio no se basa en el amor, se basa en la voluntad de Dios». Como novia, esas palabras significaron poco para mí, aun cuando comprendí su intención.
Ahora, como esposa durante casi veinte años, sé exactamente lo que el pastor quiso decir cuando pronunció esas palabras: el cimiento del matrimonio (y por tanto de la familia) tiene que colocarse en algo más que una emoción pasajera; debe edificarse sobre el Señor.
El fundamento, la intención y el propósito de la familia se declara claramente en la creación de la primera familia: Adán y Eva y, con posterioridad, sus hijos. Sin embargo, la manera en que la familia se creó para actuar era diferente por completo a lo ocurrido en realidad fuera del Edén. Lea Génesis 1.26–2.25 y haga una lista de las características y funciones de la familia, según Dios la creó en un principio.
La obra creativa de Dios no estuvo completa hasta que creó a la mujer. Pudo haberla hecho del polvo de la tierra, como hizo al hombre. Sin embargo, decidió hacerla del hueso y de la carne del hombre. Al hacer esto nos ilustró que en el matrimonio el hombre y la mujer llegan a ser simbólicamente una sola carne. Esta es una unión mística de los corazones y las vidas de la pareja. A lo largo de la Biblia, Dios trata seriamente esta unión especial. Si usted está casado o planea casarse ¿está usted dispuesto a guardar su compromiso que hace que los dos sean uno? La meta del matrimonio debiera ser más que una amistad; debiera ser una unidad.
Dios diseñó y equipó al hombre y a la mujer para realizar diferentes tareas, pero todas estas tareas apuntan a la misma meta: honrar a Dios. El hombre da vida a la mujer; la mujer da vida al mundo. A cada rol le corresponden privilegios exclusivos; no se admite el pensamiento de que un sexo sea superior al otro.
Dios dio el matrimonio como un regalo para Adán y Eva. Fueron creados perfectamente para complementarse entre sí.